HOTEL DON JUAN, Lloret de mar
El gran salón del hotel Don Juan, era una abigarrada colmena.
El rumor, al tiempo que avanzaba la noche, alcanzó la fuerza atronadora
de una manada de bisontes en estampida.
Observaba como las pequeñas mesas del salón, se poblaban de años.
No había en todo el gran salón, ni una sola pareja que no superara los
130 años.
Calculé con ironía, que sumando la edad de todos aquellos veteranos
de la vida, llegaríamos en un túnel del tiempo. A celebrar la noche vieja
en las cuevas de Altamira.
Celebré en mis pensamientos, que en nuestro país se hubiera creado años
antes el imserso.
Gracias a esta organización social para la 3ª edad, permitía que muchos,
la mayor parte de los hijos de la incivil guerra española, gozaran en el otoño
de su vida, de las últimas y para mayor porte únicas, oportunidades de
viajar.
Yo, a mis 73 años, era afortunado.
Gracias a mi trabajo tuve la oportunidad de viajar por medio mundo: China,
India, Pakistán, Tailandia, Dubai, Egipto, Turquía, Túnez, Marruecos,
Líbano, Argentina, New York, Búfalo, Niágara.
Toda Europa en numerosas ocasiones y por descontado nuestro hermoso y
decadente país.
Y …Hoy sigo con mi pasión por viajar, por conocer, por saber .
Esta noche, acompañado por una hermosa y otoñal mujer dispuesto para
bailar como un poseso, olvidando como todos los presentes, reumas,
dolores y prótesis. Los lamentos al regreso.
Emiliano Aguilar
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